Una vez me invitaron a un ágape en la Casa de Moneda. Me acuerdo que estaban todos tan concentrados viendo dónde estaba la plata que ninguno escuchó la música.
Una vez me invitaron a un ágape en la Casa de Moneda. Me acuerdo que estaban todos tan concentrados viendo dónde estaba la plata que ninguno escuchó la música.