Cada vez que llamo para avisar que estoy bien me atiende un contestador.

Me gusta pensar que la gente es amable porque alguien le está apuntando desde una terraza.

Cuando alguien se tropieza no es que sea torpe sino que la Tierra frenó por un segundo.

Mi deseo es tener una funeraria y colgar un cartel que diga «sonría, lo estamos filmando».

Si fuese abogado sería defensor de ricos y presentes.

Quise ver el Triángulo de las Bermudas usando Google Maps y ahora hay toda una zona del monitor que no me funciona más.

Cuando sea viejo prefiero sufrir de impotencia a tener que comer sin sal.

La empresa que vende veneno para palomas tiene a un mago trabajando todo el día para que haya cada vez más.

Algunas de mis fotos serían:

– Autitos Tomica y Matchbox incendiados y con secuelas de choques (causadas por un martillo mientras se consumía el alcohol con el que los había rociado).

– Chozas hechas con ramas de árboles.

– Botellas de vidrio explotando con potentes petardos adentro.

Y delicadezas por el estilo. Todo muy cuidado, claro.

Hace 10 días vi pasar un auto a toda velocidad que casi pisa a una persona.

Me acuerdo patente.

En la escuela prefería faltar. Si me hacía la rata me usaban para experimentos.