—No me da la impresión de que el vocabulario argentino se esté contrayendo, más bien pienso lo contrario.
—Gracias, capo.
—De nada, capo.
—No me da la impresión de que el vocabulario argentino se esté contrayendo, más bien pienso lo contrario.
—Gracias, capo.
—De nada, capo.